Crónicas Parisinas: visita a Chartres

El Pentecostés es una festividad de carácter religioso que se celebra cincuenta días después de la Pascua, y pone término al periodo pascual. Etimológicamente, la palabra proviene del griego πεντηκοστή, (pentecosté), que significa precisamente ‘quincuagésimo’. Se celebra tanto en la religión judía como en la religión cristiana. Para los judíos, el Pentecostés supone la celebración de la entrega de la Ley a Moisés en el monte Sinaí, cincuenta días después del éxodo de Egipto. Para los cristianos es la conmemoración del descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, en forma de lenguas de fuego, que marca el nacimiento de la Iglesia. Los cristianos celebran el Pentecostés el quincuagésimo día después de la resurrección de Jesucristo. Como la resurrección ocurre siempre en domingo, después del viernes santo, Pentecostés es siempre un lunes, siete semanas más tarde. Este hecho de caer siempre en lunes hace que la festividad sea muy adecuada para incluirla entre las fiestas laborales tipo “bank holiday” (= fiesta laboral nacional) en los países racionales (es decir sin “puentes” como los nuestros). Es así como Pentecostés se ha incluido en el calendario laboral de la, tan laica, República Francesa. Aprovechando, pues, esta fiesta, el lunes 21/5/2018 organizamos un viaje a Chartres a ver la catedral. Monumento histórico desde 1862 y Patrimonio de la Humanidad desde 1979, es una de las más bellas del mundo, como podéis ver en la imagen, adaptada de Wikipedia, que abre esta entrada. Os recomiendo visitar:

https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Chartres,

donde podéis aprender mucho más sobre la construcción y significado de la catedral, conocida también como “La catedral de la luz” por sus extraordinarias vidrieras. También podéis encontrar datos interesantes en National Geographic:

https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/chartres-catedral-luz-laberinto-su-interior_18592

Pues bien, aquél lunes la villa estaba tomada por una muchedumbre de peregrinos que habían venido andando desde Paris (≈ 80 km) a celebrar el Pentecostés. Ahí comprobamos que la minoría católica es muy activa en Francia. Vimos escenas de fervor desatado, con gente confesándose de rodillas en la plaza, el Cardenal Robert Sarah oficiando la misa en presencia de las reliquias del Padre Pío, curas jóvenes, todos con sotana, monjitas jóvenes y no tan jóvenes, incluso un sacerdote gótico con la cabeza rapada, parte de la sotana de malla semitransparente, tatuajes, pendientes en forma de cruz, bolso de cuero negro con tachuelas, y demás. Se oía hablar bastante español entre la multitud, pero la inmensa mayoría eran gentes de Francia, claro. Había también bastantes grupos Scout. Tras la ceremonia religiosa coincidimos en el mismo bar con el cardenal, que estaba tomando unas cervezas y descansando después del oficio, rodeado por su “séquito” de sacerdotes. La peregrinación tenía, eso sí, un excelente servicio de orden y limpieza. Al acabar los actos, Chartres quedó limpio como una patena (nunca mejor dicho).

Por la noche asistimos al espectáculo de luz y sonido sobre las fachadas de la catedral y otros edificios de la ciudad. La vuelta, ya muy tarde, la hicimos en el tren que salía de Chartres a las 10:52 y llegó a Paris a las 12 de la noche. Os adjunto unas fotos sin más comentarios. Las imágenes valen más que las palabras. Una experiencia muy recomendable por lo exótico.

Gente que no cabía en la catedral, oyendo el oficio desde la fachada lateral

Confesiones urgentes, al aire libre

Monjitas conversando con un joven peregrino

Sacerdote gótico explicando la doctrina (se supone)

El cardenal y su séquito tomando unas birras después del oficio

A la noche, espectáculo de luz y sonido en la fachada principal de la catedral

Publicado por Manu Barandiaran

Profesor emérito de la Universidad de País Vasco

Un comentario en “Crónicas Parisinas: visita a Chartres

  1. Ummm, ¡qué historias!; estando en BUP (sí, ¡soy de los de BUP!) hice un trabajo en máquina de escribir (una Olympia (que tengo en el despacho) y que mis padres nos regalaron a los hijos con la pedrea de una lotería de Navidad) de los estilos góticos europeos para una asignatura de Historia, que no recuerdo…No sé, me casqué más de 100 páginas…a veces creo que debería haber dedicado mi vida más las Humanidades que a las Ciencias.

    El caso es que la catedral de Chartres, con sus torres asimétricas, es una de mis favoritas de siempre, con un tamaño espectacular, equilibrio entra la fachada y las naves y ábside, etc., … así que, aprovechando unas medidas de difracción de neutrones en LLB (desaparecido en la actualidad sorprendentemente), nos acercamos y pasamos un día estupendo disfrutando al verla en un domingo primaveral de sol y buen temperatura hasta volver a ajustar espectros con Rietveld. Dudo mucho ahora que ahora se pudiera mezclar tan equilibradamente ciencia, ocio, arte ene historia…the times they’re a changin’

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