Aunque los “bateux-mouche” (barcos-mosca) del Sena son mucho más conocidos y concurridos, el canal de San Martín es también un recorrido muy interesante, que merece la pena hacer en barco, sobre todo con buen tiempo.

Mapa del canal (Adaptado de Wikipedia)
Este canal une el gran estanque de la Villette, al noreste, con el estanque del Arsenal, cerca de la Plaza de la Bastilla, y desemboca en el Sena, atravesando los distritos 10 y 11. Tiene 4,5 km de largo, de los cuales 2 km discurren subterráneos. En su recorrido atraviesa varios puentes (2 rotatorios), 5 pasarelas peatonales de hierro y 9 esclusas que cubren un desnivel total de 25 metros.
Un poco de historia: Durante el Antiguo Régimen, los parisinos sólo disponían de un suministro limitado de agua potable y a menudo de mala calidad por la contaminación del Bièvre y del Sena. Napoleón Bonaparte decidió, en 1802, remediar esta situación para evitar las epidemias (disentería, cólera) debidas a las malas condiciones higiénicas, y propuso retomar un antiguo proyecto de canalización del río Ourcq, que nace a unos cien kilómetros al noreste de París. Su construcción, sin embargo, se retrasó hasta 1822. El nuevo canal fue inaugurado finalmente por Carlos X en 1825.
En 1860, Haussmann, prefecto de París cubre parcialmente el canal con bóvedas, especialmente en el bulevar Richard-Lenoir. La cobertura facilitó el tráfico terrestre en el centro de París, así como el movimiento de tropas y cargas de caballería en los barrios obreros, de los que el gobierno desconfiaba. En 1862, los remolcadores de vapor arrastraron las primeras barcazas que pasaron bajo estas bóvedas. En 1882, el estanque de la Villette era el cuarto puerto francés después de Marsella, El Havre y Burdeos. El canal vivió su época dorada desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX, sirviendo para suministros de cereales y materiales de construcción al corazón de París, además del agua potable que originó su construcción. En los años 60 del siglo XX, la competencia de la carretera y el ferrocarril, acabó con esta utilidad, y el canal estuvo apunto de desaparecer cuando el Ayuntamiento de París quiso construir una autopista urbana de cuatro carriles sobre él. El proyecto fue abandonado en 1971, y, finalmente, el canal fue declarado monumento histórico en 1993.
Hoy en día, el canal Saint-Martin se utiliza principalmente para el transporte de pasajeros de cruceros turísticos. Sus orillas son muy populares entre los parisinos para pasear e incluso hacer un picnic cuando el tiempo acompaña. Sus riberas se cierran al tráfico rodado todos los domingos y días festivos, lo que favorece el tráfico de peatones y ciclistas. El recorrido turístico que realizamos en su día, partía del Arsenal, donde compramos los billetes, y terminó en La Villete. Os dejo con una galería de fotos del recorrido, sin más explicaciones. ¡Merece la pena!

El muelle del Arsenal, al embarcar

Entrada al túnel, cerca de la Bastilla

Bóvedas del canal y tráfico de mercancías, según un grabado de 1862 (Wikipedia)

El pasaje subterráneo

Acercándonos a la salida

La salida del túnel, cerca de las esclusas del Templo

Una esclusa en plena operación

Uno de los barquitos turísticos que recorren el canal

Las orillas suelen estar muy concurridas

Y las pasarelas también

La llegada al parque de La Villette. Fin del trayecto